lunes, 9 de abril de 2012

Capítulo 2.

Desde su cama un cúmulo de recuerdos inundaban su habitación y su mente la  trasladó a un pasado. Un pasado muy presente en su vida.
Su hermana mayor, Jessica, su hermano, Diego, y ella, jugaban por la casa al pilla pilla.
-¡A que no me atrapas!- decía Ash mientras corría cerca de la escalera.
Su hermano reía y le enseñaba la lengua a sus hermanas. Saltaban y jugaban por toda la casa, el que ganara de los tres, se comería el único flan que quedaba. De pronto, Diego bajó por las escaleras y Ashley se vio atrapada,  por lo que abrió la puerta de su casa y salió corriendo hacia la carretera.
Jessica, que era la más estricta de los tres, no toleró ese comportamiento y  avisó a su madre del atrevimiento de sus hermanos pequeños. Ellas se asomaron al portal, pero lo que contemplaron no fue precisamente lo esperado.
 Ash cruzaba la calle cuando un coche a toda velocidad se dirigía hacia ella, su hermano, Diego, se alarmó y le dio un empujón a su hermana. Ésta se golpeó la cabeza con el bordillo de la acera y de pronto: oscuridad. Oscuridad y silencio. Oscuridad y el llanto desolado de una madre. Oscuridad y un cuerpo inerte en el suelo. Oscuridad y un alma hacia el cielo, empujada por breves soplos de viento.
Ashley abre los ojos, pero, no se encuentra en el mismo lugar en el que sucedieron los hechos. Está en una habitación blanca, se mira las manos y ve que unos tubos salen de ellas y están conectados a una máquina. Llora, chilla, hace lo que sea porque alguien la escuche y le explique qué hace ahí y qué es lo que ha pasado.
Una señorita de bata blanca entra por la puerta, le dice que se calme, pero ella no hace caso.
-Yo..yo..abrí la puerta de mi casa y salí corriendo, y mi hermano venía detrás y...- la enfermera le inyectó un calmante- y....Diego....¿dónde-e-e está Die-go?- las palabras quedan atrapadas en su boca, no tiene fuerza para seguir hablando.
Y así estuvo días que parecieron meses, sedada. Nadie superó esa pérdida, ni sus padres, ni su hermana, ni mucho menos ella. Diego había muerto. Un descabellado alcohólico había acabado con su vida. En su casa nunca más hubo una risa ni una sonrisa, a partir de ahí todo fue dolor y lágrimas. Sus padres no tocaban el tema y su relación terminó enfriándose. Se separaron al año de lo sucedido. Angelina se ocupó de Ash y Raúl de Jessica. Éstos últimos se quedaron viviendo en la playa, pero  ella y su mamá decidieron mudarse para que su sufrimiento no aumentara cada día, pues el sólo hecho de estar allí hacía que la herida se mantuviera viva.
Y así es como ocurrió todo, esto explica el porqué de la soledad de Ashley, el porqué de la mala relación con su madre, el porqué de tantas cosas.
Toc toc, Ash vuelve al mundo actual. Toc toc, tocan a su puerta.
-Ya va- es lo que contesta mientras con las mangas de su suéter se limpia sus lágrimas-
Al abrir se encuentra a su madre con el teléfono.
-Es para ti, papá.- Ashley coje el aparato.
-¿Sí?
-Hola hija, ¿cómo estás?....Pronto llegarán las vacaciones de  verano y he pensado que Jessica se podría ir con tu mamá y tu vinieras a visitarme ¿qué te parece?
Silencio.

2 comentarios:

  1. Yo estoy por aquí. Hoy me ha dado por entrar y me he pasado ha dejarte un comentario (tal y como te había prometido) para decirte que me encanta :D
    No conocía esa faceta de escritora tuya xD
    Bueno, espero que la continúes, que yo estaré por aquí comentando siempre que pueda.
    Un besito <3

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    1. Aouch! Yo también quiero leer la tuya :)
      Muchas gracias Dreamer ^^
      Otro mayor para ti cariño <3

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